L as grandes obras de arte tienen la capacidad de succionarnos, de arrastrarnos a su interior para que perdamos nuestra propia identidad momentáneamente, solo el tiempo necesario para imbuirnos de ellas, para completarnos, para enriquecernos. Tienen, además, el don de identificarse sin anfibologías porque cuando vemos una gran novela, un gran cuadro, una escultura perfecta sabemos que lo son, sin duda. En mi opinión, La mancha humana es una novela redonda, de esas que raramente se encuentran, porque el autor ha acertado en el modo de narrar unos hechos que reflejan su visión desencantada de la condición humana, no solo del mundo actual, en un tono crítico, a veces casi apocalíptico, pero nunca distante, con la honradez de los grandes escritores -y no sé por qué estoy pensando en Cervantes-. Los seres humanos dejamos una mancha a nuestro paso, acabamos con todo lo que hay en el mundo de inocente, nos destruimos los unos a los otros, creamos una sociedad hipócrita que se s...
Deshaced ese verso, Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía. (León Felipe)