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Mostrando entradas de marzo, 2011
aprendizdetodomaestradenada.blogspot.com "´Ubi bene ibi patria`, recordaba Cicerón (...). Efectivamente, allí donde se está a gusto, allí está la patria (...). La patria es lo que se ve desde la ventana de la casa donde uno vive en paz" (José M. Caballero Bonald. La costumbre de vivir ).

Ana María Matute, Paraíso inhabitado

clubdelectura.uned.es De nuevo sitúa Ana María Matute su novela en los tiempos convulsos de la Guerra Civil, como telón de fondo, sin perder ni un ápice de actualidad, puesto que habla de los ritos de paso, del salto doloroso de la infancia a la adolescencia,  de la pérdida del paraíso de la niñez, algo que es intemporal.  Adriana, o Adri, una niña que ha nacido a destiempo, cuando sus padres ya no se querían, va descubriendo el mundo de los adultos -los Gigantes- desde la sorpresa y la incomprensión y se refugia, se esconde, escucha sus conversaciones y trata de entender algo. Pero es difícil. Los adultos se dividen en dos grupos: los que están de parte de los niños, los protegen, los abrazan; los que se muestran distantes, cumplen con los convencionalismos, tienen prejuicios y raramente dan amor. Su casa también está dividida en dos alas, la noble y la que ocupan las criadas y la niña. Adri se refugia en el mundo de las criadas y en él integrará a sus nuevas amistades. En ese

Josefina Aldecoa, La fuerza del destino

wikimujeres.net La muerte de Josefina Aldecoa me ha traído a la m emoria un libro del que guardo un agradable recuerdo: La fuerza del destino . Es el tercer capítulo de la trilogía que comienza con Historia de una maestra y sigue con Mujeres de negro. También los otros dos merecen la pena, pero este me gusta especialmente por la sensibilidad con que trata el tema de la vejez (sin olvidar a José Luis Sampedro en La sonrisa etrusca ). En Mujeres de negro , la protagonista, Gabriela, depurada por el franquismo, ha de exiliarse a México tras la muerte de su marido, asesinado por defender las ideas de la República. En esta tercera parte, Gabriela vuelve a España, tras la muerte de Franco, para reunirse con su única hija y con su nieto. Será el comienzo de su declive. Al mismo tiempo, verá a la democracia española dar sus primeros pasos. Gabriela, en su soledad, deja el campo abierto a los recuerdos y con ellos llega casi imperceptiblemente la senilidad. Y esa descripción de la pér

Carlos Marzal

eldiariomontanes.es Por más que aburras esa melodía monótona y brumosa de la vida diaria, y que te amansa; por más lobo sin dientes que te creas; por más sabiduría y experiencia y paz de espíritu; por más orden con que hayas decorado las paredes, por más edad que la edad te haya dado, por muchas otras vidas que los libros te alcancen, y añade lo que quieras a esta lista, hay un pozo salvaje al fondo de ti mismo, un lugar que es tan tuyo como tu propia muerte. Es de piedra y de noche, y de fuego y de lágrimas. En sus aguas dudosas reposa desde siempre lo que no está dormido, un remoto lugar donde se fraguan las abominaciones y los sueños, la traición y los crímenes. Es el pozo de lo que eres capaz y en él duermen reptiles, y un fulgor y una profunda espera. En tu rostro también, y tú eres ese pozo. Ya sé que lo sabías. Por lo tanto, Acepta, brinda y bebe. De Los países nocturnos 1 996 

Las criadas, de Jean Genet

abc.es En esta obra de teatro, Jean Genet reflexiona sobre la identidad y la jerarquía social elaborando un texto a medio camino entre el teatro del absurdo y el de la crueldad. Sus protagonistas son dos hermanas, Clara y Solange, y su señora. Los límites de cada una no están plenamente definidos porque Solange representa a la señora, Clara es Solange, la señora es Clara y todas las combinaciones son posibles, sin embargo, sus caracteres están perfectamente dibujados. Las hermanas envidian y odian a la señora; la señora ama y desprecia a las criadas, y hasta las teme. El juego necesariamente tendrá un final trágico. Como trágico es su origen. Genet se inspiró en un episodio que conmocionó a Francia: dos hermanas asesinaron brutalmente a la señora Lancelin y a su hija, para quienes trabajaban como empleadas domésticas . Lo mejor de esta obra es que el clímax es continuo. También destaca el lenguaje, reflejo perfecto de la hipocresía social. Os la recomiendo porque creo que el te

Eduardo Mendoza, Riña de gatos

c-cultural.com A mí me gusta el Eduardo Mendoza de La ciudad de los prodigio s, se llame esta ciudad Barcelona o, como en esta novela, Madrid. No es esta una obra tan acabada, tan redonda, como la que recorría su prodigiosa ciudad natal entre las dos exposiciones universales, pero  no anda muy distante.  De nuevo, la Guerra Civil, aunque esta vez en sus preliminares y narrada de un modo muy distinto a todos los demás escritores, porque si algo tiene este autor es un estilo propio. Si comparamos con Almudena Grandes, que sigue muy fresca en mi memoria, sorprende el enfoque tan diferente que han adoptado: Grandes narra con la seriedad de la alumna aplicada que intenta comprender y para ello se ha recluido en la biblioteca; Mendoza novela desde arriba, desde la ironía y la distancia, presentando una corte de los milagros que se está convirtiendo en el escenario perfecto de una farsa, casi un esperpento. Y es que realmente la técnica del autor es muy valleinclanesca en lo deformant

Tobias Wolff, Vieja escuela

Volvamos a los clásicos una vez más. En este caso a una novela para todo tipo de lectores. Vieja escuela comienza siendo una novela más de internado juvenil que refleja una educación sentimental, pero pronto se convierte en un relato sobre la formación de un escritor, una educación literaria. A media novela la trayectoria del protagonista, un chico honrado, alumno ejemplar, escritor en ciernes, da un giro sorprendente porque comete un acto deshonroso, ¿inconscientemente? Pero en ese acto descubre, de un modo doloroso, su alma, que ha tratado de ocultar desde su entrada en el colegio. En esa época y en una sociedad tan formal, la falta de honorabilidad se paga cara.  Es una historia sobre la verdad y la mentira, sobre las aparentes mentiras y sobre la literatura, su función, su verdad. La literatura influye en los demás, puede cambiar la vida de los otros y hacer que lo que suena auténtico y real resulte ficticio. Lo importante son las apariencias.