«No basta curar la peste, hay que saber llorarla. ¡Sí, hay que saber llorar!» (Miguel de Unamuno)
Deshaced ese verso, Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía. (León Felipe)