Los cobradores de impuestos de la antigua Roma solían recoger el dinero que recaudaban en unas cestas de mimbre o de juncos, que en latín se conocían como fiscus. Con el tiempo se dio el nombre de la cesta al Tesoro público. La palabra fisco aparece con este sentido en el Diccionario de Nebrija . De ella derivan fiscal, fiscalía y confiscar «incorporar al fisco» (La palabra del día. Ciudaseva).
Deshaced ese verso, Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía. (León Felipe)