“El deseo” Sueña la arena blanca con las nubes como ella blancas y tan altas… Las nubes quieren ser las rocas por la caricia del agua en espuma. Y dice el agua que desea elevarse y por fin se condensa y se hace nube. Cae la arena blanca sobre las rocas-nubes espumosas que acaricia el agua. (María de Líbar)
Se me escapa la vida a manos llenas. Los días van pasando uno a uno de puntillas ante mí. Y a veces se deslizan de repente por el sumidero del tiempo mientras voy dejando todo por hacer. Enredada en la rutina, entre sus garras, en el deber-compromiso.obligación, dejo sin hacer los sentimientos como si fuera inmortal, como si no fuera todo a destruirse en un segundo. La experiencia no sirve. La muerte se lleva siempre, en un día igual que otro, la pequeña alegría. Lo he vivido. Lo volveré a vivir. Y volverá a encontrarme prendida por el pelo a la rutina, pensando en naderías, jugando con el tiempo al escondite. Los deberes sin hacer. Vacías las manos. Las palabras no dichas, los abrazos tirados sin estrenar. La vida, que es sola una, y breve, desperdiciada, malgastada, pasará en un segundo por mis ojos mientras muero de arrepentimiento y las cuencas de los ojos se llenan de un líquido amargo que sabe a soledad. ( Ma