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Poema "El deseo"

  “El deseo”   Sueña la arena blanca con las nubes como ella blancas y tan altas… Las nubes quieren ser las rocas por la caricia del agua en espuma.   Y dice el agua que desea elevarse y por fin se condensa y se hace nube.   Cae la arena blanca sobre las rocas-nubes espumosas que acaricia el agua.  (María de Líbar)
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"Se me escapa la vida a manos llenas..."

  Se me escapa la vida a manos llenas. Los días van pasando uno a uno de puntillas ante mí. Y a veces se deslizan de repente por el sumidero del tiempo mientras voy dejando todo por hacer. Enredada en la rutina, entre sus garras, en el deber-compromiso.obligación, dejo sin hacer los sentimientos como si fuera inmortal, como si no fuera todo a destruirse en un segundo. La experiencia no sirve. La muerte se lleva siempre, en un día igual que otro, la pequeña alegría. Lo he vivido. Lo volveré a vivir. Y volverá a encontrarme prendida por el pelo a la rutina, pensando en naderías, jugando con el tiempo al escondite. Los deberes sin hacer. Vacías las manos. Las palabras no dichas, los abrazos tirados sin estrenar. La vida, que es sola una, y breve, desperdiciada, malgastada, pasará en un segundo por mis ojos mientras muero de arrepentimiento y las cuencas de los ojos se llenan de un líquido amargo que sabe a soledad. ( Ma
  Aquí estoy perdiendo el tiempo mientras gentes como yo son arrastradas desde sus camas porque la oscuridad protege a los verdugos. La oscuridad como metáfora. La oscuridad en sentido literal. Quizá podría hacer algo, pero, ¿a quién le importa? Aquí la noche es suave, el monótono sonido de una fuente del todoauneuro niega la realidad. A lo lejos circulan los coches de las doce. En las casas berrean los televisores y el soniquete machacón de las videoconsolas. Cada mochuelo, en su olivo. Nadie piensa en los demás. Es posible que aquí cerca el peligro aceche a alguien. Tal vez tenga suerte: el testigo lo ayudará. Probablemente tendrá malas cartas y no sabrá jugarlas, el testigo elegirá grabarlo y mañana, desolados, veremos otra muerte. Los periodistas tendrán un mal día, los dueños de los medios, como siempre, ganarán. Los demás constataremos, una vez más, que el problema no es nuestro, que aquí la noche es suave en este agosto lento de 2021

"Pueden porque creen que pueden"

 "Pueden porque creen que pueden" (Virgilio) Creo que es el principio fundamental de la educación. El poeta latino Virgilio sabía algo que durante muchos siglos ha sido ignorado por multitud de padres y docentes. Nadie conoce qué límites tiene una persona y hay numerosos ejemplos que lo demuestran. Por ejemplo, en España, la nadadora Teresa Perales, que ha obtenido el Premio Princesa de Asturias de 2021, nos enseña cada día que podemos superar los límites que los demás, en su cortedad de miras, nos imponen. Por ello, ojalá esos niños y jóvenes que empiezan sus clases de nuevo en septiembre dejen de oír eso de: "No vale para las Matemáticas", "tiene limitaciones", "le cuesta", "nunca se sacará el Bachillerato"... etiquetas limitadoras que cortan sus alas. Tampoco se trata de engañar a nadie sino de que n o seamos nosotros, los-otros, los que dibujemos los límites. Personalmente, pido perdón si alguna vez lo he hecho. Este cortometraje ej

José Agustín Goytisolo en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes

 

Parece que Benedetti cada día es más actual

  "Oda a la pacificación"      No sé hasta dónde irán los pacificadores con su ruido metálico       de paz       pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan pólizas       contra la pacificación       y hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no       quieren ser pacificados       cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a pacificar  y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro                       es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser       pacificado por la espalda       o algún estúpido que se resiste a la pacificación a fuego lento        en realidad somos un país tan peculiar       que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será.

Mario Benedetti, "Ausencia de Dios"

  Digamos que te alejas definitivamente hacia el pozo de olvido que prefieres, pero la mejor parte de tu espacio, en realidad la única constante de tu espacio, quedará para siempre en mí, doliente, persuadida, frustrada, silenciosa, quedará en mí tu corazón inerte y sustancial, tu corazón de una promesa única en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote. Después de ese dolor redondo y eficaz, pacientemente agrio, de invencible ternura, ya no importa que use tu insoportable ausencia ni que me atreva a preguntar si cabes como siempre en una palabra. Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche desgarradoramente idéntica a las otras que repetí buscándote, rodeándote. Hay solamente un eco irremediable de mi voz como niño, esa que no sabía. Ahora que miedo inútil, qué vergüenza no tener oración para morder, no tener fe para clavar las uñas, no tener nada más que la noche, saber que Dios se muere, se resbala, que Dios retrocede con los brazos cerrados, con los labios cerrados, con la n

Dos poemas Benedetti recitados por él