clubdelectura.uned.es De nuevo sitúa Ana María Matute su novela en los tiempos convulsos de la Guerra Civil, como telón de fondo, sin perder ni un ápice de actualidad, puesto que habla de los ritos de paso, del salto doloroso de la infancia a la adolescencia, de la pérdida del paraíso de la niñez, algo que es intemporal. Adriana, o Adri, una niña que ha nacido a destiempo, cuando sus padres ya no se querían, va descubriendo el mundo de los adultos -los Gigantes- desde la sorpresa y la incomprensión y se refugia, se esconde, escucha sus conversaciones y trata de entender algo. Pero es difícil. Los adultos se dividen en dos grupos: los que están de parte de los niños, los protegen, los abrazan; los que se muestran distantes, cumplen con los convencionalismos, tienen prejuicios y raramente dan amor. Su casa también está dividida en dos alas, la noble y la que ocupan las criadas y la niña. Adri se refugia en el mundo de las criadas y en él integrará a sus nuevas amistade...