La casa del silencio me ha parecido una gran novela. En primer lugar, por la originalidad de su estructura: cinco personajes se alternan en el relato de los hechos: Recep, el más tierno, sufriente y entregado al cuidado de un ser que nunca le ha querido; Fatma, la anciana, víctima también, y verdugo, atormentada por los recuerdos y por la ausencia de su esposo, Selâhattin, y de su hijo; Hassam, otro ser maltratado, y maltratador, ¿digno de compasión?; Faruk, solitario, abandonado, obsesionado por la Historia, y Metin, desarraigado, ambicioso y egoísta. Son cinco voces muy diferentes, cinco puntos de vista complementarios. Hay más personajes en la novela y alguno de ellos muy importante, como Nilgün, la joven concienciada cuyo silencio es muy significativo. Otros hablan a través del recuerdo que han dejado, como Selâhattin, trascendental en el relato. Selâhattin no es un personaje tan reductible a un concepto como los anteriores. Por un lado, es un idealista obsesion...