La poesía japonesa es sutil, como la seda. Esta es solo una muestra:
LXXX, de Fujiwara No Toshiyuki
En la bahía de Sumi
las olas llenan la playa.
Incluso de noche, por
los pasillos del sueño
llego hasta ti en secreto.
LXXX
Sumi no e no
kishi ni yoru nami
yoru sae ya
yume no kayoi ji
hito me yokuramu
( Kenneth Rexroth (comp.), Cien poemas japoneses (trad. Carlos Manzano), Madrid, Gadir, 2007.
LXXX, de Fujiwara No Toshiyuki
En la bahía de Sumi
las olas llenan la playa.
Incluso de noche, por
los pasillos del sueño
llego hasta ti en secreto.
LXXX
Sumi no e no
kishi ni yoru nami
yoru sae ya
yume no kayoi ji
hito me yokuramu
( Kenneth Rexroth (comp.), Cien poemas japoneses (trad. Carlos Manzano), Madrid, Gadir, 2007.
Comentarios
en la naturaleza. ¿Cuando volveremos a ver el Japón de antes del terremoto?