PORQUE somos como troncos de árboles en la nieve. Aparentemente, solo están apoyados en la superficie, y con un pequeño empujón se los desplazaría. No, es imposible, porque están firmemente unidos a la tierra. Pero cuidado, también esto es pura apariencia. (Franz Kafka, Contemplación).
Vamos a ser felices un rato, vida mía, aunque no haya motivos para serlo, y el mundo sea un globo de gas letal, y nuestra historia una cutre película de brujas y vampiros. Felices porque sí, para que luego graben en nuestra sepultura la siguiente leyenda: "Aquí yacen los huesos de una mujer y un hombre que, no se sabe cómo, lograron ser felices diez minutos seguidos." (Por fuertes y fronteras).
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