Ir al contenido principal

Clara Sánchez, Lo que esconde tu nombre

Vamos con otro premio Nadal, el de 2010. Ya hemos comprobado suficientemente que su concesión no garantiza una excelente lectura, pero tampoco hay que desechar estas novelas por el hecho de ganar el premio. En mi opinión merecen una oportunidad.  
 La trama se presenta muy interesante: la joven Sandra, inocente y embarazada –lo que resultará muy inquietante- se adentra sin saberlo en una hermandad de nazis escondidos en un pueblo de Alicante (Denia con toda seguridad). Se trata de terribles asesinos convertidos ya en fósiles, pero no por ello menos peligrosos. Tendremos su punto de vista, que poco a poco va siendo consciente del ambiente en el que se ha metido gracias a su amistad con Julián, republicano marcado por su estancia en un campo de concentración que se ha dedicado toda su vida a la caza de nazis. Una secuencia se destina al punto de vista de Sandra y la siguiente al de Julián, que nos van dando su visión complementaria y a veces divergente de los mismos hechos.
Prometedor comienzo, sin duda, que nos mantiene en tensión hasta el final más que por la maestría técnica de Clara Sánchez por el pasado de estos monstruos. Sin embargo, hay algunos defectillos que no permiten terminar de redondear la novela. Creo que lo fundamental es que la autora no está dotada para el género negro. A la novela le falta nervio, no entendemos la inacción de Julián ni el interés de Sandra por permanecer en medio del peligro total para nada. Está bien resuelta la relación entre el viejo y la chica, la maduración de Sandra, la importancia del amor incluso en situaciones tan extrañas, el retrato de los viejos nazis ávidos de  savia nueva, parásitos en cualquier situación. No sé si es muy verosímil la presencia de Alberto, tampoco la aventura amorosa de Julián, que renace tras aparecer a lo largo de la novela en las últimas...
La novela nos permite reflexionar sobre unos hechos más reales de lo que pueden parecer, nos muestra a unos seres que, a pesar de ocultarse tras la aparente placidez de los años, conservan su primigenio temperamento, nos adentra en una trama inquietante. Creo que merece la pena leerla, aunque no le haya salido a Clara Sánchez una obra maestra.

Comentarios

Coincido contigo respecto a que hay detalles que parece que no terminan de encajar o de cuajar en la novela; a mí me chirría mucho el enamoramiento de la protagonista por Alberto, no parece que me encaje demasiado en una mujer embarazada y supuestamente madura y, sobre todo, el hecho de seguir expuesta al peligro de los nazis y de exponer, sobre todo, a su hijo. Ay, no sé, yo he estado embarazada y creo que en esa situación ninguna mujer antepondría estas cosas que he mencionado al bienestar de su hijo.
Aunque, dejando al margen estos "detallitos", la novela me ha gustado, aunque no apasionado.

Entradas populares de este blog

"Vamos a ser felices", Luis Alberto de Cuenca

Vamos a ser felices un rato, vida mía, aunque no haya motivos para serlo, y el mundo sea un globo de gas letal, y nuestra historia una cutre película de brujas y vampiros. Felices porque sí, para que luego graben en nuestra sepultura la siguiente leyenda: "Aquí yacen los huesos de una mujer y un hombre que, no se sabe cómo, lograron ser felices diez minutos seguidos." (Por fuertes y fronteras).

Manuel Vicent, Aguirre el Magnífico

elpais.com He leído Aguirre el Magnífico porque pertenece a un subgénero que cada vez me gusta más, la biografía novelada. Y no me ha decepcionado. Vicent cumple con creces pues da cuenta de la novelesca vida de este personaje salido de los espejos deformantes del callejón del gato, según asegura el propio autor. No es que Vicent haga una descripción grotesca del personaje, es que los materiales que la historia de España más reciente y que el propio Aguirre proporcionan son en sí, al menos, pintorescos. Por lo demás, no creo que Vicent traicione a su amigo biografiado, aunque, eso sí, se cumple lo que le dijo el Rey en la recepción del comienzo de la obra, cuando Aguirre le presentó a Vicent como su “futuro biógrafo”:  "Coño, Jesús, pues como lo cuentes todo, vas aviado". No sé si cuenta todo, pero hay suficientes anécdotas, muestras de su aguda inteligencia, comentarios irónicos y malvados, puros cotilleos que permiten un acercamiento a la personalidad de este ser t...
“La democracia no consiste en que el pueblo sea contado, sino en que el pueblo cuente”. (Federico Mayor Zaragoza). Pincha aquí. Una reflexión esencial para nuestro tiempo