No es esta una de las novelas negras de Andrea Camilleri, aunque este sea el género al que el autor italiano nos tiene habituados -lleva escritas más de veinte novelas con Montalbano como protagonista-. Eso no quiere decir que El traje gris carezca de algunos elementos del género detectivesco: cartas misteriosas, secretos, infidelidades, oscuras tramas mafiosas... Sin embargo, en la novela esos ingredientes, que aportan intriga y agilizan la narración, no son determinantes. Lo que de verdad caracteriza a esta novela es el modo en el que retrata una relación amorosa compleja, mucho más de lo que aparenta. El protagonista es un recién jubilado de clase alta casado en segundas nupcias con una especie de vampiresa, Adele, que lo va despojando de su propio espacio, que se hace amiga de sus amigos y sabe todos los pasos que da, tejiendo una compacta tela de araña. La situación se va haciendo angustiosa, la atmósfera es cada vez más asfixiante, pero tal vez no estén tan claras las intenciones de la joven, o sí, a juzgar por el uso que le da a su traje gris...
(No recomendable para lectores aprensivos. Es demasiado verosímil).
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