La fórmula preferida del profesor fue publicada en 2003 y desde entonces cosecha premios y es uno de los libros más vendidos en Japón, donde ha sido un éxito total.
No es la primera vez que una novela juega con los números, pensemos por ejemplo en La soledad de los números primos, pero sí parece original el amor que nos transmite por las matemáticas, por esas coincidencias numéricas que están tan cerca de la magia. Es el mismo amor que siente el profesor, el que le lleva a sobrevivir a su memoria de 80 minutos, el que le une a sus nuevos amigos. Ojalá mis profesores de Matemáticas hubieran sentido al menos algo parecido a este entusiasmo por los números...
Por otro lado, la novela, que ha sido definida como un largo haiku, es una reflexión poética y sencilla sobre las relaciones humanas más puras, las más altruistas. El profesor protege al niño, la mujer protege al profesor, porque son seres vulnerables, pero valiosos.
Se crea una atmósfera de concordia que creemos indestructible, hasta que las miserables normas la rompen. Solo la fórmula preferida del profesor, la fórmula de Euler, que relaciona los cinco números más importantes de las Matemáticas, será capaz, con su belleza y perfección, con su magia, de salvar la comunión espiritual de los protagonistas, de volver a establecer la armonía. No hacen falta palabras, esos números lo dicen todo.
Además de la ternura que invade todo -nada que ver con el ternurismo, tan ajeno a la literatura japonesa- debemos destacar la visión realisra que obtenemos de su país, lo que no es tan frecuenre.
Como siempre que hablamos de autores japoneses, gracias a Jana, que me anima a seguir indagando en esta cultura y a olvidar la pasión de alguno de estos autores por desollar gatos.
Mirad qué curioso. Siento no saber de quién es esta presentación que me ha llegado.
https://docs.google.com/present/edit?id=0AcA10LysGLvrZGd0am5kemdfMzMxZHFweDQ1Y2I&hl=es
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