
La visión de Monzó es desencantada en ocasiones y siempre irónica. El amor, si existe, es destruido por la rutina y la incomunicación; las relaciones siempre son falsas y están asentadas sobre la infidelidad; tenemos miedo al amor porque hace sufrir; las ilusiones humanas acaban por frustrarse cuando las tenemos a nuestro alcance.
Destacaría "El sapo", "La fisonomía", "El juramento hipocrático" y, sobre todo, "La admiración", aunque todos tienen en común que nos hacen reflexionar sobre nuestra forma de vida. Algunos, como "La micología", tienen un toque mítico.
Puede ser una buena manera de acercarse a un género lleno de posibilidades de la mano de un buen cuentista.
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