Ir al contenido principal

Anna Gavalda, La amaba.

ctsiessandoval.blogspot.com
No sé si esta novelita es un best seller, pero me da la impresión de que puede serlo por su sencillez, el tema que trata y su lenguaje un poco edulcorado. Sin embargo, presenta algunos aspectos nada desdeñables como la originalidad de que los protagonistas sean nuera y suegro, la demostración palpable de que los seres humanos somos capaces de esconder los mayores secretos y, sobre todo, el análisis que realiza del tema de la renuncia. ¿Debemos cumplir con nuestro deber o intentar vivir una vida plena? Cuando una persona casada y con hijos se enamora de otro, se le presenta este dilema. Lo sorprendente de esta novela es que las posibles opciones están recogidas en la misma familia: el hijo sigue la llamada de la vida, provocando una catástrofe a su alrededor; el padre renuncia, provocando una catástrofe interior. No creáis que he desvelado nada, son datos que conocemos desde el principio. Lo importante no es la trama sino las reflexiones y las acciones. En mi opinión, la autora habría acertado utilizando el género teatral, que sería más adecuado para esta trama. 
Obviando sus defectos, creo que la autora puede sorprendernos  con alguna novela de mayor enjundia. Mientras, ¿por qué no leer esta? No tardaréis más de tres o cuatro horas...

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Vamos a ser felices", Luis Alberto de Cuenca

Vamos a ser felices un rato, vida mía, aunque no haya motivos para serlo, y el mundo sea un globo de gas letal, y nuestra historia una cutre película de brujas y vampiros. Felices porque sí, para que luego graben en nuestra sepultura la siguiente leyenda: "Aquí yacen los huesos de una mujer y un hombre que, no se sabe cómo, lograron ser felices diez minutos seguidos." (Por fuertes y fronteras).

Mario Vargas Llosa, La civilización del espectáculo

Se plantea Vargas Llosa en este ensayo el cambio semántico que se ha producido en la palabra "cultura" en los últimos años. Cuando él era adolescente, se tenía la idea de que la cultura, la alta cultura, solo podían alcanzarla unos pocos, la elite de la sociedad. Luego se generalizó la necesidad de democratizarla, lo que empobreció la cultura con mayúsculas haciéndola cada día más insustancial, más banal, más "light", lo que para él es sinónimo de "idiota". La facilidad y la superficialidad favorecen llegar a más gente. El consumidor de esta cultura se siente culto, moderno, parece estar a la vanguardia. Dentro de una tendencia general de la sociedad a cosificar al individuo entregándolo al consumo de objetos, la cultura se ha convertido en un objeto más. Su objetivo principal es facilitar la evasión; su característica principal es la evanescencia. "No aburrirse, evitar lo que perturba, preocupa o angustia, pasó a ser, para sectores sociales cada