Es este un libro inaudito: una especie de ensayo-autobiografía sobre la enseñanza escrito por un mal estudiante. Por eso me parece tan interesante, porque normalmente los sesudos pedagogos que escriben volúmenes tan sesudos como ellos y los profesores que no pueden entender el desinterés de sus alumnos han sido magníficos estudiantes. Pennac ofrece una serie de datos inestimables sobre su experiencia de zoquete y sobre sus veinticinco años de actividad docente en muy diversos centros de enseñanza: tanto institutos de la periferia parisina como exquisitos centros privados. Voy a destacaros algunos puntos que me parecen interesantes si sois profesores, alumnos, padres, antiguos estudiantes, simplemente comentaristas de la actualidad escolar o exégetas del Informe Pissa: Los profesores nos representamos una imagen ideal del alumno, el alumno colaborador y entusiasta que se deja enseñar sin dar problemas. "La idea de que es posible enseñar sin dificultades se debe a una...
Deshaced ese verso, Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía. (León Felipe)