Para Francisco Ferrer Cada mañana, cuando los comercios alzan con estrépito rejas y cierres, su mirada se aferra a los escaparates colmados. Allí elige artilugios y herramientas de utilidad incierta y anguloso perfil. Después entra en la tienda, asume el precio con ánimo feliz y adquiere un voluminoso inventario de objetos prácticos. Ya en casa, deposita lo adquirido en el intocado desorden de una mesa de trabajo. Es previsor y se sienta a esperar. Son las herramientas que usará en sus sueños (José Luis Morante). (Con la autorización de su autor desde el blog puentesdepapel).
Deshaced ese verso, Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía. (León Felipe)