E n un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra. (Augusto Monterroso). Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Fue fusilada. Así, en los sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.
Deshaced ese verso, Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía. (León Felipe)